martes, 1 de septiembre de 2015

Usted

USTED


Y es que bastó con mirarla a los ojos para que el universo se convirtiera en melodía. Un instante de su tiempo fue suficiente para comprender que todo lo que emana de vos, es percibido por todo mi ser, como notas musicales que logran hacer vibrar hasta la fibra más sensible de mi cuerpo.  Tu actuar, permite que por cada letra, cada silaba, cada palabra, cada oración emitida por vos, hace que mi cuerpo dance en un éxtasis sin fin, que se alimenta con cada vez que me mirás a los ojos y sonreís, y sonreímos. 

“Toco tu boca, con un dedo el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabiera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mi para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al ciclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos, donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultaneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.”´ J.C

La cercanía de tu ser inunda todos mis sentidos, llenando todos los rincones de mi. Y cuando te acercás, y me abrazas, ponés en su lugar todas esas cosas rotas que hay dentro de mi. Las reacomodas y las re ajustas para darle la oportunidad a un nuevo inicio, a un nuevo camino por recorrer y le das la oportunidad de ser, de existir, de querer.


Las batallas más duras se dan cuando en medio de la soledad posterior a tu partida, lucho contra todos los demonios, para que la esencia que dejaste, permanezca en mi. Que tu olor en mis ropas, se mantenga hasta que vuelvas otra vez a impregnarla de un poquito de vos, de un poquito de mi, de un poquito de nosotros, de un poquito de todo, de un poquito de nada. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario